Mensaje de Bienvenida

¡Hola a todos!

Iniciamos esta nueva aventura acompañados de dos grandes amigas que iremos conociendo a lo largo del curso. ¿Os las presento?. Son Lengua y Literatura. Lo primero que haremos, además de aprender muchas cosas, es personificarlas.
¿ Recordáis lo que era una personificación?...

06 abril 2011

Literatura nos deja un cuento

¡Hola Chicos!

Literatura nos ha dejado este cuento para que lo vayamos leyendo por capítulos. En este mes, leemos el primero. A través de él, trabajaremos la morfología, ortografía, vocabulario, etc, así como aspectos literarios (tipo de narrador, personajes, trama, etc.)
Estamos ya en la recta final del curso y tenemos que demostrarles a nuestras amigas todo lo que estamos aprendiendo.

Espero que Burlón no haga de las suyas, pues hace tiempo que no aparece por aquí.
¿Qué estará haciendo?....


Este encantador elfo, nos trae los dos primeros capítulos.


















El cuento se titula "PACTO".
Su autor, Juan Sánchez Shakelwinton


Adentrémonos en sus páginas.....


Dedico este cuento a mi hija Mª Jesús, ávida lectora y amante del género de terror, en esta etapa tan maravillosa de su vida.
Recuerdo tus primeros pasos de titubeante descifradora de significados —aprendiz desmotivada—, cuando pensabas, con siete años, que eran cosas del “cole” y me sentaba contigo todos los días a leer. Te decía que cuando encontráramos el libro adecuado (uno de ellos fue “Sangre de monstruo” de R. L. Stine), querrías devorarlo tú sola y que llorarías por alcanzar su punto y final. Me congratula que, ahora a tus catorce años, ya estés disfrutando del prodigioso y enriquecedor secreto de las letras.
Una novela titulada “Donde esté mi corazón”, de Jordi Sierra i Fabra, propició que te escribiera apresuradamente —me retaste a que lo hiciera— este corto relato. Cumplida la apasionante misión, sólo me queda desearte que disfrutes de la lucha de Gabriel y María como yo lo hice con tu encantadora infancia. Gracias a ti.
Diciembre de 2009



I. Desánimo
Carta póstuma
Desde tiempo inmemorial viene reproduciéndose el mismo hecho. No hay ser capaz de recordar la primera intromisión del Maligno. Cada 666 años se planifica la inseminación espiritual y esa lucha interminable entre el bien y el mal toma aliento. ¿Cómo puede enfrentarse la maldad a lo bueno y bello si no es intentándolo periódicamente? Alguna vez, aunque sea por desidia o por desprecio, puede inclinarse el fiel de nuestro lado y revertirse todo el plan divino.
Curiosamente, en estas fechas en que nos encontramos, se repite el proceso. La tentación se pasea por la ciudad seleccionando a su víctima. Hombre, mujer, niños, animales o cosas, todo vale para intentarlo. Cualquier estratagema se estudia, pero hasta ahora ninguna ha fructificado. Seguro que se ha probado con todo lo imaginable, desde lo más sutil y enrevesado hasta lo más burdo y grotesco. ¡Tantas y tantas veces sin un éxito definitivo!
Recuerdo que en una época se estuvo muy cerca de conseguirlo. El hospicio había sido convencido para la causa: los pobres y expósitos no se resistieron a la oferta y por suerte los ángeles no estaban cerca. Parecía que no sólo iba a ganarse el asalto sino todo el combate. ¡El bien rendido a nuestros pies! Qué lástima… Sor Trinidad, con ese corazón, tumbó de un solo golpe nuestras aspiraciones. Ya me gustaría tener guerrilleros de esa pasta en mi bando.
Por todo esto no quiero relajarme ni un segundo. La experiencia es un grado pero creo que tengo el tiempo contado; me quedan pocas oportunidades, quizá la última, no sé. Espero que en todo caso se tenga en cuenta la inferioridad de condiciones en la que me he tenido que desenvolver. Sé que el poder de seducción es grande y efectivo, que los ofrecimientos son prácticamente irrenunciables, pero no todo es como empieza, sino como acaba.
Así las cosas, deseo dejar claro en este escrito que he hecho todo lo que está en mi mano. Es más, no he vacilado en reclutar adeptos, en hacer el mayor daño, en destrozar vidas enteras para disfrute de mis superiores, en no cejar ni un segundo para lograr mi cometido. Ningún instante de relajo en una vida de siglos. Dejo constancia no por miedo a lo que me pueda suceder, ni como excusa, ni tan siquiera por orgullo. Lo hago porque creo que en el tablero de juego todos los contendientes deben tener las mismas armas; esta inferioridad manifiesta obliga a perder tarde o temprano; la legión de Dios es favorita; no me trago lo de la libre voluntad y albedrío; pienso que debe haber alguna potencia oculta que nos desfavorece. En definitiva, me convenzo de que juegan con nosotros, simplemente nos dan coba y cuartelillo. Sacrifican unas cuantas almas y eso es todo.
Pero, quién soy yo para recriminar a mis superiores, para poner en duda sus mandatos y órdenes; para decirles que los están timando: ¡que Dios es el gran embustero y el Maligno no se entera! Yo soy un luchador, y, como tal, debo obediencia. Sin embargo, no puedo resistir más este mayúsculo engaño: me agota esta desesperación, esta flagrante impotencia.
Por los ulteriores seguidores de esta ardua tarea, por desearles mayor éxito que el mío, alzo la copa y brindo con mi propia sangre y desisto de mi larga vida. ¡Quiero cerrar mis ojos! Estoy abatido, no me queda aliento…
II. Ensoñación
Hace unos 666 años, en una ciudad española cercana a la costa mediterránea diseñé un trabajo fino. Aparentemente de forma fortuita, me presenté en la vida de Hugo. Este impetuoso y maleducado caballero era jefe de personal de la empresa Mansa, que se dedicaba a manufacturas de material informático. Tenía por entonces cuarenta y siete años, bastante éxito profesional, una mujer adorable que se llamaba Rebeca y dos hijos: María y Pedro. Después de un pormenorizado y exhaustivo estudio, constaté que daba el perfil perfecto para los fines de nuestro cometido: él podía ser el primer peón para el ulterior derrocamiento del rey, de Dios.
Parecía disfrutar haciéndoles la vida imposible a los empleados. “Todo sea por la empresa”, decía. Además, su forma de actuar había calado tan profundamente entre ellos que sentían pánico al hablar con él. Preferían obedecer sin más a tener que dialogar con Hugo, si se puede decir dialogar, porque era un monólogo. Su rostro reflejaba la maldad interior que respiraba. ¿Cómo puede haber gente con tan mala baba? Desde que revisé su currículum predije que sería el elegido para la lucha. Esos pómulos huesudos, nariz afilada y mentón de cristal dibujaban la faz de un personaje tétrico, un matón sin escrúpulos, un hijo de la camorra. Cejas angulosas como pocas, que servían de tejas a unos ojos brillosos y oscuros, verdaderas madrigueras de alimañas terribles. Una mirada gélida y profunda que petrificaba al más pintado. Nosotros indagamos en todos los antecedentes y les puedo aseverar que nunca vi un rostro que encajara de manera tan sobresaliente; sinceramente, creo que se excedía, casi sobreactuaba. Expelía tal abominación en el trato, tanta falta de amabilidad, que sería complicado que no correspondiera con su interioridad. Su trayectoria estaba plagada de traiciones, tretas e ignominias. Tuvo suerte de que Rebeca lo aceptara. Por supuesto, fue tras una farsa que montó sobre una enfermedad que súbitamente había adquirido. Ella se compadeció y finalmente él se llevó el gato al agua. Un verdadero artista de la mentira. Por el contrario, tenía sus ratos románticos y melosos a su manera, y, sobre todo, una carrera envidiable.
Su mujer era su pasión. El hecho de conseguirla no apaciguó su deseo ni su amor a Rebeca; más bien al contrario, se había convertido en su única razón de vivir. El excelente marchamo profesional era secundario, un simple soporte para una vida de gran confort (ya se sabe que el que se instala en la opulencia no reconoce otra forma de existir). Era rara la semana que no la sorprendiese con algún regalo, con algún detalle que reflejase el amor que le tenía. Ella se fue acostumbrando a esta forma de estar junto a él y no se daba cuenta de que apenas tenían amistades ni relaciones, salvo las estrictamente familiares, que por cierto, también iban a menos. El círculo se cerraba en torno a ellos. Imperaba la obsesión, el aislamiento y el exclusivismo. Si no llegan a venir María y Pedro después, Rebeca no habría resistido la asfixiante relación.
Gracias a esta manía psicótica por su esposa encontré la grieta para meterme en su vida. Urdí mi plan de la siguiente manera:
Eran las trece horas de un martes cuando una camioneta de reparto se cruza en el camino de Rebeca. Ella venía del supermercado. Golpeó frontalmente a la víctima que salió rebotada trece metros. Con el olor a goma quemada el conductor no daba crédito a lo que había sucedido. La calzada estaba expedita y de repente un extraño movimiento del furgón y ¡bum!, el brutal impacto. ¿De dónde había salido la mujer? ¿Cómo se giraron las ruedas hacia la izquierda subiéndose en el acerado sin mover el volante? El cuerpo era un pobre muñeco de trapo que no reaccionaba. Un pequeño hilo de sangre salía por el oído mientras algunas piezas de fruta rodaban todavía por el asfalto. Temblándole todo el cuerpo llamó a las asistencias. Incrédulo, deseando que no hubiese ocurrido, oyó como se aproximaba la sirena de la ambulancia. No tardaron en montarla. La asistencia volaba por las calles en busca del hospital. La vida de Rebeca se fugaba sin remisión. Con varios órganos vitales reventados, agonizaba inerme sus últimos segundos de vida.
Hugo recibió una llamada a su oficina. La comunicación fría y escueta: “Su mujer ha tenido un accidente. Ha sido atropellada y se encuentra en urgencias del hospital”. Salió disparado hacia el aparcamiento. Mientras conducía iba pensando en mil cosas a la vez: que no fuese grave, en la dulzura de su mujer, en el miedo que le invadía, en sus hijos, en lo desagradable de existir...
Pidió información y le dijeron que esperase en una sala, que en cuanto fuese posible lo atendería el facultativo. Seguían fluyendo en su mente infinidad de recuerdos y momentos con ella.
De repente, un estremecimiento provocado por un frío desangelado recorría su cuerpo. Nunca lo había sentido. La sangre se helaba y sus dedos estaban ateridos. Pensó que era miedo a un fatal desenlace, una premonición habitual en esas funestas circunstancias. Pero no, era una sensación nueva y glacial que parecía poder parar el tiempo. Se le escapaba el alma.
El médico salió del box y preguntó en recepción si había llegado algún familiar. Se dirigió a la sala de espera y se plantó delante de un hombre que parecía estar catatónico. Le espetó tocándole el hombro.
—¡Señor! Su mujer está muy grave. Ha sufrido un politraumatismo severo que ha afectado al hígado fundamentalmente y a otros órganos internos. Está en coma y el derrame es múltiple, lo que hace imposible cualquier medida de resucitación. Si desea verla puede usted pasar. Lo siento.
—Pero no se puede hacer nada —dijo sin apenas mover los labios.
No tenía fuerzas ni para exclamar al doctor cualquier exabrupto. Parecía un maniquí que se hubiese desinflado, un pellejo andante sin vida. Se aproximó a la camilla y contempló a su mujer. Tenía moratones por toda la cara, la nariz partida y un rostro casi irreconocible. Pero no tenía ninguna duda de que era Rebeca. El resto del cuerpo estaba tapado con una sábana verde y en el brazo derecho tenía una sonda. Rozó con sus dedos el cuerpo y se desmayó un microsegundo...
Durante este vahído intervine yo para hacerle ver que había una oportunidad, que no todo estaba perdido y que si aceptaba mi propuesta tendría a Rebeca recuperada. De esta forma comprendió el origen del frío y el desfallecimiento. El tiempo para los humanos es diferente; por eso no entienden casi nunca que un instante puede ser suficiente para tomar una decisión sin premura o precipitación. Yo actuaba con ventaja, en ese estado todo corría a mi favor. Por eso irrumpo donde considero y con quien quiero.
Él aceptó mi oferta y rubricó el pacto al salirle en la yema del dedo pulgar de la mano izquierda el 666 de la casa. Un anagrama que dispone cada seis a ciento veinte grados sexagesimales. Un tatuaje indeleble hecho con fuego del infierno: la divisa del Maligno.

CONTINUARÁ....


¿Qué os ha parecido el principio de este cuento?

¡Ah!
Este elfo os trae lo que Literatura y Lengua quiere que hagáis.














Tras la lectura del texto, contestad a las siguientes preguntas:

Comprensión lectora

1.-El cuento se inicia con una dedicatoria a la hija del autor. ¿Qué quiere decirle cuando
afirma : ..."ya estés disfrutando del prodigioso y enriquecedor secreto de las letras"...

2.- En la dedicatoria y en la carta póstuma, menciona a personajes. ¿Quiénes son?

3.-El primer capítulo se inicia con una carta póstuma. ¿Quién crees que escribe esta carta? ¿Qué elementos lo indican?.

4.-¿A qué se refiere cuando se habla de la causa?
5.-En el segundo capítulo se produce un hecho trágico que motivará la firma de un pacto. ¿Cuál es ese hecho? ¿Cuál crees que es el pacto?

Tipología textual

1.-¿Qué clase de cuento es?. ¿Por qué?.

2.-Clasifícalo por su temática. ¿Qué elementos te han indicado esta clasificación?

3.-Clase de narrador. Señala ejemplos.

4.-¿En qué espacio y tiempo se desarrollan estos primeros hechos?

5. En el segundo capítulo, ¿A quién se describe?. ¿Qué clase de personaje es, atendiendo a esta descripción?.

6.-Tipo de descripción. (etopeya, prosopografía, retrato). Justifícalo.

Rasgos del estilo

1.-¿Qué adjetivos utiliza? ¿especificativos o explicativos?. Selecciona del texto algunos.
2.-El autor emplea recursos o figuras literarias. Di de qué tipo son:

"...querrías devorarlo tú sola"
"...la tentación se pasea por la ciudad seleccionando a a su víctima
"...Cejas angulosas como pocas, que servían de tejas a unos ojos brillosos y oscuros...
..."verdaderas madrigueras de alimañas terribles..."
..."encontré la grieta para meterme en su vida..."

..."La vida de Rebeca se
fugaba.."


..."frente de cristal"...


3.- ¿qué significado tienen las siguientes frases hechas?:

..."él se llevó el gato al agua"...

..."¿Cómo puede haber gente con tan mala baba?....
..."simplemente nos dan coba y cuartelillo..."

Gramática


1. Busca en el texto sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres, adverbios, preposiciones y conjunciones. Clasifícalos.

Valoración y opinión personal (Respuestas en Comentarios)

1. Escribe tu opinión sobre el fragmento.
2.¿Te gustaría continuar su lectura? ¿Por qué?


Las respuestas a estas preguntas se realizarán en el Cuaderno de clase, o bien las enviaréis en documento adjunto al correo del blog: coralbermejo@gmail.com

14 comentarios :

  1. Irene Padilla Reche 1ºa6/4/11 21:27

    Coral , este cuento es precioso la verdad es que me ha gustado mucho.

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  2. Alicia Montoro Martinez 1ºB15/4/11 13:06

    Coral,el cuento es muy bonito pero un poco raro porlo que pasa con la muchacha

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  3. Ana Carpio 1ºB15/4/11 13:07

    Me ha gustado mucho estos capítulos, me gustaría seguir leyéndolo.
    Es muy interesante y se suspense, lo que te lleva a querer seguir el libro para ver como se van desarrollando las tramas y como las van afrontando y solucionarlo.
    Deberíamos seguir leyéndolo.
    Saludos.

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  4. Coral,la verdad es que no es muy bonito y es muy difícil de entender, pero te deja con la intriga me gustaría seguir leyéndolo.
    Iván Martínez.

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  5. Ana Sotés Rodríguez15/4/11 13:11

    A mi me ha gustado pero la primera carta no la he entendido muy bien pero la he vuelto a leer y ya me he enterado a mi me gusta yo seguiría leyéndolo.

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  6. Pablo serrano cabrera15/4/11 13:12

    Coral me ha gustado bastante porque es de terror y es el género que más me gusta.
    Estoy deseando de terminarlo.
    Gracias por poner un cuento así

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  7. Josefa Vico (1º B)15/4/11 13:13

    Coral,este cuento está muy bien,me ha gustado.

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  8. FUHAO y CIVICO15/4/11 13:15

    Es un cuento muy interesante ,aunque la primera vez que leemos no nos enteramos casi nada, había que leerlo dos veces para comprenderlo.

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  9. Mirella 1ºESO B15/4/11 13:16

    Coral,me ha parecido un relato genial,muy intrigante y sangriento.Espero con impaciencia,leer el nuevo capítulo.
    Sí,me gustaría continuar la historia,porque,me encantan las historias sangrientas,intrigantes y sobre todo,relacionados con seres extraños y malignos como el llamado "El Maligno".

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  10. Alfonso Carlos15/4/11 13:17

    Me ha gustado mucho

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  11. Eva Vargas Casado15/4/11 13:25

    Coral este cuento me ha gustado mucho porque esta especie de cuentos son exactamente los que me gustan a mí.

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  12. Gregorio Tapia Hidalgo15/4/11 13:30

    No me gustaría seguir leyendo esta lectura porque me parece muy trágica con el accidente de la mujer.
    A mí personalmente me gustaría acabar el cuento con un final un poco mas alegre

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  13. Pablo serrano cabrera28/5/11 13:28

    Coral me ha gustado micho este cuento porque es del género literario que me gusta (el terror)

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  14. Mario Benavente Reig17/6/11 07:56

    Coral me ha gustado y me encantaría que siguiera

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